Frutos Secos

Los frutos secos como las nueces, las avellanas, castañas, almendras, pistachos, maníes, han demostrado científicamente beneficios en la prevención de enfermedades.

Están recomendadas en la pirámide nutricional Mediterránea y sus propiedades hacen que sean alimentos con acción protectora. Son ideales para deportistas, niños y mujeres embarazadas. Pero por su elevado aporte de calorías, deben consumirse con moderación.

Un estudio realizado en 2010 reveló que el consumo regular de nueces puede favorecer a la disminución de riesgo de desarrollar obesidad abdominal, hipertensión arterial, ciertos tipos de cáncer y litiasis biliar, entre otras.

En otro estudio publicado en el Journal of Nutrition en el 2009 se demostró que un consumo elevado de nueces y frutas secas disminuye significativamente el riesgo de enfermedad cardiovascular en mujeres con diabetes tipo 2.

Muchos se preguntan: ¿Cómo puedo hacer para no aumentar el peso corporal si las mismas aportan tantas calorías?

Es cierto que aportan un elevado aporte calórico (aproximadamente 700 calorías cada 100 g), pero si se consumen de manera moderada (5 nueces por día en 5 días de la semana: 180 calorías) son alimentos que pueden ayudar a la prevención de enfermedades siempre y cuando se lleve a cabo una alimentación saludable y equilibrada. 

Presentan un elevado porcentaje de fibra cuyos beneficios son:

– Brinda mayor saciedad. Hace que la glucosa y los ácidos grasos sean absorbidos más lentamente a través del intestino.

– En el intestino grueso ayuda en la protección evitando el desarrollo de tumores y contribuyen a la regulación del tránsito intestinal, evitando la constipación.

– Aporta un elevado contenido de grasas cardiosaludables (con excepción de las saladas), predomina el ácido oleico, que es característico de la dieta del Mediterráneo.

– Reduce los niveles de colesterol malo (LDL) y aumenta el bueno (HDL), Previene la arteriosclerosis.

– Reduce en un 50% el riesgo de sufrir infarto de miocardio (consumiendo la cantidad recomendada).

– Aporta proteínas de alto valor biológico (nueces: 15.6 g%, almendras: 16 g%, maníes: 20 g%).

– Antioxidantes contra el envejecimiento. Actúan frente a la acción de los radicales libres disminuyendo, así, los efectos tóxicos de estos últimos.

– Vitaminas. Fundamentalmente grupo B (ácido fólico) y vitamina E, que es un poderoso antioxidante.

– Minerales (Hierro, Calcio, Magnesio, Potasio, Fósforo). El contenido mineral de los frutos secos es superior al del resto de frutas frescas, indispensables para un correcto desarrollo corporal y de la capacidad intelectual. Intervienen en el desarrollo y el mantenimiento del esqueleto.